BROTA
MULTIPLICÁ TUS PLANTAS.
La reproducción por estolones es una estrategia natural que tienen las frutillas para multiplicarse vegetativamente. Es un método simple, eficiente y económico para quienes cultivan en casa, ya que permite generar nuevas plantas a partir de las ya existentes, sin necesidad de comprar más plantines.
Este artículo te explica paso a paso cómo identificar, manejar y reproducir estolones de frutilla con técnicas agroecológicas, garantizando plantas vigorosas y sanas para próximas temporadas.
¿Qué son los estolones?
Los estolones son tallos rastreros que emite la planta madre. Se extienden por el suelo o el sustrato y, en sus extremos, desarrollan pequeñas rosetas de hojas con raíces incipientes. Estas nuevas estructuras pueden convertirse en plantas independientes si se manejan correctamente.
La producción de estolones es más activa:
- Al final del verano y durante el otoño.
- En variedades de día neutro como San Andreas o Albion.
- En plantas que ya cumplieron su ciclo productivo.
Ventajas de reproducir por estolones
- No requiere semillas ni plantines nuevos.
- Conserva las características genéticas de la planta madre.
- Permite seleccionar las plantas más adaptadas a tu microclima.
- Es ideal para mantener variedades criollas o agroecológicas.
- Favorece la autonomía en la planificación de la huerta.
¿Cuándo y cómo realizar la reproducción?
El momento ideal para intervenir los estolones es entre fines de verano y otoño temprano, antes de que bajen mucho las temperaturas y con suficiente tiempo para que las nuevas plantas enraícen.
Pasos para reproducir por estolones
- Identificá estolones sanos:
- Firmeza, hojas verdes, sin manchas ni signos de plagas.
- Idealmente, que hayan emitido al menos una roseta con raíces visibles.
- Prepará recipientes auxiliares:
- Macetas pequeñas con buen sustrato (compost + tierra + arena).
- O directamente en una zona libre del cantero.
- Sin cortar el estolón, apoyá la nueva roseta en el sustrato:
- Podés fijarla con un alambre en forma de U o un palito.
- Regá ligeramente todos los días:
- Mantené el sustrato húmedo, pero no encharcado.
- Después de 2 a 3 semanas, verificá el enraizamiento:
- Si hay raíces bien desarrolladas, cortá el estolón que une a la planta madre.
- Trasplantá si es necesario:
- Dejá la nueva planta en la maceta o pasala a su lugar definitivo si está bien enraizada.
Buenas prácticas para una reproducción exitosa
- No usar estolones de plantas enfermas o agotadas.
- No permitir que una planta madre emita más de 2 a 3 estolones por temporada, para no debilitarla.
- Elegí las plantas más productivas o resistentes del lote para propagar.
- Renová el sustrato cada vez que transplantás una nueva planta.
Conservación genética y biodiversidad
La reproducción por estolones mantiene la misma genética de la planta madre. Si bien esto es ventajoso para conservar características deseadas, es recomendable que, con el tiempo, incorpores nuevas plantas de otros orígenes (por ejemplo, de intercambios agroecológicos), para evitar pérdida de vigor por reproducción continua de clones.
Si cultivás variedades tradicionales o criollas, la reproducción por estolones puede ser también una forma de conservar agrobiodiversidad, especialmente si compartís tus plantas con otras personas productoras.
Preguntas frecuentes
¿Cuántas veces puedo reproducir una misma planta por estolones?
→ Podés hacerlo todos los años, pero se recomienda no usar los estolones de plantas muy viejas o debilitadas.
¿Puedo dejar que los estolones se desarrollen directamente en el suelo?
→ Sí, pero hay más riesgo de ataque por babosas, enfermedades del suelo o pérdida por deshidratación. Lo ideal es guiarlos a una maceta o zona controlada.
¿Cuántas plantas nuevas puedo obtener de una sola planta madre?
→ En condiciones óptimas, entre 3 y 5 estolones por temporada, cada uno con una o más rosetas viables.
Multiplicar frutillas por estolones es una práctica sencilla, sostenible y poderosa para quienes cultivan de manera agroecológica. No solo permite ampliar la producción sin costo, sino también cuidar variedades locales, evitar compras recurrentes y fomentar el intercambio entre huerteras y huerteros. Con unas pocas macetas y algo de observación, podés hacer que tu huerta crezca naturalmente, temporada tras temporada.