BROTA

GUÍA PRÁCTICA Y SEGURA.
Las plantas medicinales han acompañado a la humanidad desde tiempos remotos. Incorporarlas en la huerta agroecológica no solo diversifica el sistema, sino que también fortalece la soberanía sobre la salud cotidiana. Preparar remedios caseros a partir de estas plantas permite aprovechar sus propiedades terapéuticas con bajo costo, mínima tecnología y una reconexión profunda con los saberes populares.
Este artículo brinda una guía práctica y segura para elaborar preparados medicinales en casa, respetando criterios técnicos básicos para conservar la eficacia de los principios activos sin poner en riesgo la salud.
Principios básicos antes de comenzar
- Identificación correcta: asegurarse de conocer con precisión la planta que se utiliza, su nombre botánico y sus propiedades.
- Calidad del material vegetal: preferentemente cultivar o recolectar de forma agroecológica. Evitar plantas contaminadas o marchitas.
- Parte utilizada: no todas las partes de una planta tienen el mismo efecto (ej. hojas, flores, raíces).
- Secado adecuado: si se utilizan plantas secas, deben haberse secado en condiciones óptimas, evitando moho, sol directo o pérdida de color.
- Dosificación consciente: los remedios naturales también tienen contraindicaciones. Es fundamental usarlos con criterio y moderación.
Tipos de preparados caseros más comunes
1. Infusiones (tisanas)
Método más utilizado para hojas y flores delicadas.
Procedimiento:
- 1 cucharadita de planta seca (o 2 frescas) por taza de agua.
- Verter agua hirviendo sobre la planta.
- Tapar y dejar reposar de 5 a 10 minutos.
- Colar y beber preferentemente tibio.
Ejemplos:
- Manzanilla: digestiva y calmante.
- Toronjil (melisa): sedante leve.
- Salvia: expectorante.
2. Decocciones
Para raíces, cortezas o tallos más duros.
Procedimiento:
- Hervir 1 cucharada de material vegetal por taza de agua durante 10 a 15 minutos.
- Tapar, dejar reposar otros 10 minutos.
- Colar antes de usar.
Ejemplos:
- Raíz de jengibre: antiinflamatoria y digestiva.
- Boldo: depurativo hepático.
3. Tinturas madres
Preparados concentrados en alcohol (extractos hidroalcohólicos).
Procedimiento:
- Llenar un frasco con planta seca o fresca (trozada).
- Cubrir completamente con alcohol etílico apto para consumo (60–70°).
- Dejar macerar en lugar oscuro durante 3 a 4 semanas.
- Agitar cada dos días.
- Colar y conservar en frasco ámbar con cuentagotas.
Dosis común: entre 15 y 30 gotas diluidas en agua, 2 o 3 veces por día (según la planta y la persona).
Advertencia: no recomendadas en embarazadas, niños o personas con problemas hepáticos sin control profesional.
4. Aceites macerados
Para uso externo en masajes, ungüentos o tratamientos tópicos.
Procedimiento:
- Llenar un frasco de vidrio con hojas o flores limpias y secas (romero, lavanda, caléndula).
- Cubrir con aceite vegetal (oliva, girasol, almendra).
- Dejar macerar al sol suave o luz difusa entre 3 y 6 semanas.
- Colar y conservar en lugar oscuro y fresco.
Usos:
- Alivio de dolores musculares, irritaciones, quemaduras leves.
- Base para preparar cremas o ungüentos.
5. Ungüentos o bálsamos
Preparados sólidos para aplicación externa.
Procedimiento básico:
- Derretir 50 g de cera de abejas a baño maría.
- Añadir 100 ml de aceite macerado.
- Mezclar bien y verter en frascos mientras aún esté líquido.
- Dejar enfriar sin tapar.
Aplicaciones típicas:
- Ungüento de caléndula: quemaduras, piel seca.
- Bálsamo de romero: dolores articulares.
Recomendaciones de seguridad
- Consultar bibliografía especializada para cada especie.
- Evitar la combinación indiscriminada de plantas sin conocimiento técnico.
- No sustituir tratamientos médicos sin supervisión profesional.
- No usar alcohol isopropílico ni productos de uso externo en preparados ingeribles.
- Rotular siempre los frascos con nombre de la planta, fecha de elaboración y tipo de preparado.
Conservación y duración
Preparado | Duración estimada | Conservación ideal |
---|---|---|
Infusión | 12–24 h | Refrigerada, tapada |
Tintura madre | 1–2 años | Frasco ámbar, lugar fresco |
Aceite macerado | 6–12 meses | Lugar fresco, alejado de la luz |
Ungüento | 6 meses | Frasco limpio, ambiente seco |
Elaborar preparados caseros con plantas medicinales cultivadas en casa es una práctica que fortalece el conocimiento sobre los ciclos naturales y promueve una relación activa con el cuidado de la salud cotidiana. A través de técnicas simples, es posible aprovechar las propiedades terapéuticas de las aromáticas de manera segura, consciente y conectada con los saberes tradicionales. Incorporar estos recursos en la vida diaria permite ampliar el uso de la huerta más allá de la alimentación, integrando bienestar, autonomía y aprendizaje constante.