BROTA

TECNOLOGÍAS EMERGENTES PARA UNA AGRICULTURA MÁS SANA.
En el marco de la agricultura sustentable, cada vez surgen más alternativas para fortalecer los cultivos y prevenir enfermedades sin recurrir a agroquímicos sintéticos. Entre ellas destacan los fosfitos, hidrolatos y una nueva generación de caldos minerales mejorados. Estas tecnologías ofrecen soluciones eficaces, de bajo impacto ambiental y compatibles con los principios agroecológicos.
En este artículo analizamos sus características, diferencias, beneficios y precauciones para su uso.
¿Qué son los fosfitos y por qué generan controversia?
Los fosfitos son sales derivadas del ácido fosforoso, utilizadas como bioestimulantes y agentes antifúngicos. Aunque estructuralmente similares a los fosfatos, no pueden ser utilizados directamente como fuente de fósforo para las plantas. Actúan principalmente induciendo mecanismos de defensa en los cultivos.
Beneficios:
- Estimulan la producción de fitoalexinas (defensas naturales).
- Controlan enfermedades como fitóftora, mildiu o fusarium.
- Son sistémicos: se absorben y distribuyen por toda la planta.
Consideraciones:
- No están autorizados en todos los países como insumos orgánicos.
- Su uso prolongado puede generar residuos si no se controla la dosis.
- Se requiere precaución en cultivos certificados orgánicos.
Hidrolatos vegetales: la fuerza de las plantas en estado líquido
Los hidrolatos son aguas destiladas obtenidas a partir de plantas aromáticas y medicinales, como orégano, tomillo, romero o albahaca. A diferencia de los aceites esenciales, contienen compuestos solubles en agua con propiedades antimicrobianas, repelentes o estimulantes.
Usos en agricultura:
- Control de hongos superficiales y bacterias.
- Repelencia frente a insectos.
- Estimulación del crecimiento en etapas tempranas.
Ventajas:
- Baja toxicidad.
- Compatibilidad con cultivos delicados o en ambientes controlados.
- Producción artesanal y territorial.
Nuevos caldos minerales: evolución agroecológica
En los últimos años, la formulación de caldos minerales ha avanzado hacia preparados más equilibrados, sin residuos pesados y con mejor biodisponibilidad. Incorporan micronutrientes, quelatos naturales o compuestos como el silicio, el zinc o el calcio, adaptados a los requerimientos de cada cultivo.
Tendencias:
- Uso de fuentes naturales de minerales (rocas, cenizas, algas).
- Formulaciones de bajo impacto para suelos frágiles.
- Compatibilidad con bioinsumos y microbiología beneficiosa.
Comparativa general
Producto | Función principal | Riesgo residual | Certificación orgánica |
---|---|---|---|
Fosfito | Bioestimulante y fungicida | Medio | Variable según país |
Hidrolato | Antimicrobiano natural | Bajo | Alta compatibilidad |
Caldos minerales | Preventivo y corrector | Bajo-medio | Sí (si bien formulados) |
La incorporación de fosfitos, hidrolatos y nuevos caldos minerales representa una evolución técnica en el manejo preventivo de enfermedades en cultivos. Su aplicación, siempre que sea responsable y contextualizada, puede complementar estrategias agroecológicas y fortalecer la salud del agroecosistema. La clave está en conocer su origen, composición, compatibilidad y adecuación a cada realidad productiva.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Puedo producir hidrolatos en casa?
Sí, con un alambique o sistema de destilación a baja presión, usando plantas aromáticas cultivadas sin agroquímicos.
¿Los fosfitos sustituyen al fósforo?
No. Aunque son similares estructuralmente, no cumplen funciones nutricionales. Son principalmente inductores de defensa.
¿Qué diferencia hay entre un caldo mineral tradicional y uno nuevo?
Los nuevos caldos están formulados con fuentes más biodisponibles, menores residuos y mayor compatibilidad biológica.
¿Puedo combinar hidrolatos con otros biopreparados?
Sí, siempre que no haya reacciones químicas ni se alteren las propiedades de los compuestos activos.