BROTA

GUIA ESENCIAL PARA ENTENDER TU HUERTA.
Cuando comenzamos una huerta, solemos elegir las hortalizas por gusto, temporada o facilidad de cultivo. Sin embargo, existe una clasificación menos conocida pero muy útil: las familias botánicas. Comprender a qué familia pertenece cada planta nos permite planificar mejor los cultivos, prevenir enfermedades y enriquecer el suelo. En este artículo vas a conocer las principales familias de hortalizas y por qué este conocimiento puede transformar tu forma de cultivar.
¿Qué determina la pertenencia a una familia vegetal?
Las familias botánicas agrupan plantas que comparten características comunes, como la forma de sus flores, el tipo de fruto o las necesidades nutricionales. Este criterio científico no solo nos ayuda a identificarlas, sino también a mejorar la rotación de cultivos y el manejo agroecológico de la huerta. Plantas de una misma familia suelen atraer plagas similares y extraer nutrientes parecidos, por lo tanto, conocerlas es clave para una huerta más sana y productiva.
Principales familias de hortalizas
1. Solanáceas (Solanaceae)
Ejemplos: Tomate, pimiento, berenjena, papa.
Características: Frutos carnosos, flores en forma de estrella, alto requerimiento de nutrientes.
Dato útil: Evitá cultivarlas en el mismo lugar durante temporadas consecutivas para prevenir enfermedades como el mildiu.
2. Crucíferas o Brasicáceas (Brassicaceae)
Ejemplos: Repollo, coliflor, brócoli, rabanito.
Características: Flores en cruz (de ahí su nombre), hojas comestibles, resistentes al frío.
Dato útil: Se adaptan bien a climas frescos y necesitan suelos ricos en materia orgánica.
3. Leguminosas o Fabáceas (Fabaceae)
Ejemplos: Habas, arvejas, porotos, chauchas.
Características: Capacidad de fijar nitrógeno en el suelo mediante nódulos en sus raíces.
Dato útil: Son grandes aliadas para mejorar la fertilidad del suelo en rotaciones o cultivos asociados.
4. Compuestas o Asteráceas (Asteraceae)
Ejemplos: Lechuga, escarola, alcaucil, achicoria.
Características: Inflorescencias compuestas (lo que parece una sola flor, en realidad son muchas), hojas comestibles.
Dato útil: Suelen tener un crecimiento rápido y ser aptas para cultivo escalonado.
5. Cucurbitáceas (Cucurbitaceae)
Ejemplos: Zapallo, calabaza, pepino, melón, sandía.
Características: Tallos rastreros o trepadores, frutos grandes con muchas semillas.
Dato útil: Requieren mucho espacio y abundante materia orgánica. No toleran el frío.
6. Liliáceas (Liliaceae)
Ejemplos: Cebolla, ajo, puerro, cebollín.
Características: Hojas alargadas, bulbos subterráneos, crecimiento lento.
Dato útil: Atraen pocos insectos y ayudan a repeler plagas de otras plantas.
7. Umbelíferas o Apiáceas (Apiaceae)
Ejemplos: Zanahoria, apio, perejil, hinojo.
Características: Inflorescencias en forma de paraguas (umbela), raíces o tallos comestibles.
Dato útil: Requieren suelos sueltos y profundos para un buen desarrollo de raíces.
8. Quenopodiáceas (Chenopodiaceae)
Ejemplos: Acelga, espinaca, remolacha.
Características: Hojas grandes y carnosas, raíces engrosadas, adaptables a distintos suelos.
Dato útil: Pueden tolerar cierto grado de salinidad en el suelo y son resistentes al frío.
Saber a qué familia pertenece cada hortaliza te permite comprender mejor cómo se comportan, cómo nutrirlas y cómo protegerlas. Esta información es una herramienta valiosa para planificar la huerta, cuidar el suelo y obtener cosechas más sanas y abundantes.
¿Querés que tu huerta crezca con inteligencia y armonía? Empezá por conocer las familias. Cultivar con conocimiento es cultivar con conciencia.