BROTA

CUÁLES CULTIVAR Y CÓMO CUIDARLAS.
Aunque muchas plantas aromáticas son sensibles al descenso de temperaturas, existen especies rústicas que prosperan incluso en pleno invierno. Algunas incluso necesitan del frío para desarrollar mejor sus aceites esenciales. Conociendo sus características, es posible mantener una huerta aromática activa durante toda la temporada fría.
¿Por qué cultivar aromáticas en invierno?
- Mantienen la biodiversidad de la huerta
- Resisten plagas y enfermedades
- Proveen aromas, sabor y principios activos
- Algunas funcionan como repelentes naturales
- Son fáciles de reproducir y cosechar escalonadamente
Aromáticas que resisten el frío
🌿 Orégano
- Muy rústico y resistente.
- En invierno entra en reposo parcial.
- Ideal para macetas o bancales.
🌿 Tomillo
- Tolera heladas suaves.
- Crece en suelos bien drenados y soleados.
- Podar suavemente para estimular brotes nuevos.
🌿 Romero
- Arbusto perenne muy adaptable.
- Resiste el frío si no hay exceso de humedad.
- Ideal para cercos vivos o grandes macetas.
🌿 Salvia
- Tolera temperaturas bajas con buena exposición al sol.
- Evitar encharcamientos.
- Puede podarse en invierno para renovar follaje.
🌿 Menta
- Resistente, aunque su parte aérea puede secarse.
- Rebrotará en primavera desde los rizomas.
- Conviene contenerla en maceta para evitar invasión.
Cuidados clave en invierno
- Ubicación soleada: buscá el rincón más luminoso disponible.
- Evitar el exceso de riego: el frío y la humedad excesiva favorecen hongos.
- Buena ventilación: sobre todo si están en invernaderos o balcones cerrados.
- Cubrir con mulch o paja: protege raíces en caso de heladas fuertes.
- Podas suaves: eliminá hojas secas o enfermas sin intervenir drásticamente.
¿Se pueden reproducir en invierno?
Sí, aunque más lento. Algunas especies como romero, salvia y menta pueden multiplicarse por esquejes si se mantienen en ambientes protegidos o en interior con buena luz.
Cultivar aromáticas resistentes en invierno es una excelente estrategia agroecológica para mantener la actividad de la huerta, conservar biodiversidad y contar con hierbas frescas todo el año. Con poco mantenimiento, podés disfrutar de aroma, sabor y salud incluso en los meses fríos.