PREPARACIÓN DE INFUSIONES Y MACERADOS NATURALES.

Conocé cómo preparar infusiones y macerados con plantas medicinales de tu huerta. Técnicas adecuadas, aplicaciones comunes y claves para conservar sus propiedades activas.

TÉCNICAS, USOS Y PRECAUCIONES.

Las infusiones y macerados son formas sencillas, accesibles y efectivas de extraer los principios activos de las plantas medicinales. Se utilizan desde hace siglos en diversas culturas como parte del cuidado cotidiano de la salud. En el marco de una huerta agroecológica, conocer estas técnicas permite ampliar los usos de las aromáticas cultivadas en casa, sumando funcionalidad terapéutica al cultivo.

Este artículo ofrece una guía práctica para preparar infusiones e hidromacerados caseros, con indicaciones precisas sobre tiempos, temperaturas, materiales y usos recomendados.

¿Qué es una infusión?

La infusión es el método más común para extraer compuestos solubles en agua de partes blandas de la planta: hojas, flores o sumidades tiernas.

Indicaciones generales

  • Utilizar agua limpia, preferentemente filtrada o hervida.
  • Calentar hasta ebullición y verter sobre la planta, no hervir la planta directamente.
  • Tapar para evitar la pérdida de aceites volátiles.
  • Reposar entre 5 y 10 minutos.
  • Colar y consumir recién hecha.

Dosis sugerida estándar

  • 1 cucharadita de planta seca o 2 de planta fresca por taza de agua (250 ml).

Plantas recomendadas para infusión

PlantaPropiedades principalesAplicación común
ManzanillaDigestiva, antiinflamatoriaMalestares gástricos, insomnio leve
MelisaSedante, antiespasmódicaAnsiedad, insomnio, nerviosismo
MentaCarminativa, expectoranteIndigestión, resfríos
SalviaExpectorante, reguladoraResfriados, gárgaras bucales
LavandaRelajante, digestivaNerviosismo, cefaleas
OréganoAntiséptico, respiratorioTos, molestias pulmonares

¿Qué es un macerado?

El macerado es una técnica de extracción en frío. A diferencia de la infusión, no se aplica calor, por lo que se preservan ciertos compuestos sensibles al calor o que requieren tiempos prolongados para liberarse.

Tipos de macerados

  • Hidromacerado: planta en agua a temperatura ambiente durante varias horas.
  • Macerado oleoso: planta en aceite (para uso externo, en bálsamos o masajes).
  • Macerado alcohólico: conocido como tintura madre (tratado en artículos anteriores).

Hidromacerado: técnica paso a paso

Ideal para: raíces, cortezas o para aprovechar mucílagos (como en el caso del malvavisco o el lino).

Procedimiento:

  1. Colocar la planta trozada en un frasco o jarra limpia.
  2. Agregar agua potable a temperatura ambiente.
  3. Tapar y dejar reposar entre 6 y 12 horas (según la especie).
  4. Colar y utilizar.
  5. Consumir dentro de las 12 horas si no se refrigera.

Ejemplo práctico:

  • Macerado de semillas de lino → suavizante intestinal.
  • Macerado de raíz de malvavisco → calmante de mucosas.

Macerados en aceite vegetal (uso externo)

Usos principales:

  • Preparación de aceites medicinales para masajes.
  • Base para ungüentos caseros.
  • Tratamiento de afecciones cutáneas leves.

Plantas recomendadas:

  • Lavanda, caléndula, romero, salvia, orégano.

Procedimiento básico:

  • Planta seca trozada + aceite (oliva o girasol de primera presión).
  • Macerar durante 3 a 6 semanas en lugar cálido y oscuro.
  • Colar, filtrar y conservar en frasco opaco.

Consejos de seguridad

  • Asegurarse de la correcta identificación botánica de la planta.
  • No exceder la dosis recomendada ni prolongar el uso más allá del tiempo sugerido.
  • Evitar su uso en embarazo, lactancia o en niños pequeños sin asesoramiento adecuado.
  • En caso de dudas sobre posibles interacciones con medicamentos, consultar a profesionales de la salud.
  • Descartar preparados con olor desagradable, signos de fermentación o moho.

Conservación

PreparadoConservaciónVida útil estimada
InfusionesRefrigeradas en frasco tapado12–24 h
HidromaceradosRefrigerados inmediatamente6–12 h máximo
Macerados en aceiteLugar oscuro, frasco ámbar6 a 12 meses

Las infusiones y macerados son formas simples y eficaces de incorporar las propiedades de las plantas medicinales al cuidado diario. Con materiales mínimos y el conocimiento adecuado, es posible elaborar preparados caseros que acompañen procesos de bienestar de forma segura y respetuosa con los ciclos naturales. Cultivar, preparar y utilizar estas plantas en casa es un camino hacia una relación más consciente con el entorno y con nuestra salud.

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