BROTA

GUÍA PARA UN CULTIVO SALUDABLE Y SOSTENIBLE.
Las plantas aromáticas son una de las puertas de entrada más accesibles al cultivo agroecológico en casa. Su rusticidad, versatilidad y múltiples beneficios (culinarios, medicinales y ecológicos) las convierten en aliadas perfectas para huertas urbanas y balcones. Sin embargo, mantenerlas vigorosas y productivas requiere conocer sus necesidades específicas. En este artículo, te compartimos una guía clara y técnica sobre los cuidados básicos para que tus aromáticas prosperen en cualquier rincón del hogar.
Factores clave para el desarrollo saludable de aromáticas
1. Luz
- La mayoría de las aromáticas necesita entre 4 y 6 horas de sol directo por día.
- Aromáticas como romero, lavanda, tomillo, albahaca prefieren pleno sol.
- Otras, como menta, melisa, perejil, toleran mejor la sombra parcial o la luz tamizada.
Consejo: si el ambiente tiene poca luz natural, rotar las macetas o usar espejos blancos para reflejar la luz puede mejorar su exposición.
2. Riego
- Las aromáticas necesitan riego moderado y constante, evitando tanto la sequía prolongada como el encharcamiento.
Recomendaciones generales:
- Regar cuando la capa superior del sustrato esté seca.
- En verano: regar temprano por la mañana o al atardecer.
- En invierno: espaciar los riegos y verificar que el sustrato esté seco entre aplicaciones.
- Usar regaderas de boca fina para no compactar la tierra.
- Evitar mojar el follaje en exceso para prevenir hongos.
3. Sustrato y drenaje
Un buen sustrato es fundamental para el cultivo en macetas:
- Suelto, aireado y con buen drenaje.
- Rico en materia orgánica (compost, humus de lombriz).
- Drenaje asegurado mediante orificios en la base y una capa de material inerte (piedras, cáscaras de nuez) en el fondo.
Mezcla sugerida:
- 40 % compost maduro
- 30 % tierra negra
- 20 % fibra de coco o perlita
- 10 % arena gruesa o vermiculita
4. Fertilización
- Aplicar compost o abonos orgánicos cada 15 a 30 días durante primavera y verano.
- En otoño e invierno, reducir o suspender la fertilización.
Opciones agroecológicas:
- Té de compost
- Lixiviado de lombriz diluido
- Fermento tipo bocashi o extracto de ortiga
Evitar fertilizantes químicos: alteran la microbiología del sustrato y pueden afectar el sabor o los principios activos.
5. Poda
- Estimula el rebrote, mejora la aireación y prolonga la producción.
Cómo podar correctamente:
- Realizar cortes por encima de un nudo de hojas.
- Retirar flores para evitar que se detenga la producción foliar (especialmente en albahaca, menta y orégano).
- Realizar podas de mantenimiento cada 2 o 3 semanas.
6. Control de plagas y enfermedades
Aromáticas bien cuidadas suelen ser más resistentes. No obstante, algunas plagas comunes pueden aparecer:
Plaga | Plantas afectadas | Control agroecológico |
---|---|---|
Pulgones | Albahaca, perejil, melisa | Infusión de ajo, jabón potásico |
Mosca blanca | Albahaca, menta | Extracto de neem, trampas cromáticas |
Arañuela | Lavanda, romero | Pulverización de agua, infusión de ajo |
Hongos | Perejil, ciboulette | Buen drenaje, evitar riego excesivo |
Prevención clave: mantener buena ventilación, no saturar el riego, y realizar monitoreos visuales frecuentes.
7. Renovación y trasplante
- Algunas especies (perejil, albahaca) tienen ciclos anuales y deben resembrarse cada temporada.
- Otras (romero, lavanda, orégano) pueden durar varios años con mantenimiento.
- Trasplantar cuando las raíces asomen por debajo o la planta haya crecido más que la maceta.
Momento ideal: a comienzos de primavera u otoño, con temperaturas suaves.
Cuidados estacionales
Primavera y verano
- Mayor frecuencia de riego y fertilización.
- Época ideal para esquejes, trasplantes y siembra.
- Atención a plagas en aumento.
Otoño
- Podas de limpieza y recuperación.
- Preparación para bajas temperaturas.
- Reducción de riego y fertilización.
Invierno
- Reposo vegetativo en muchas especies.
- Protección frente a heladas (moviendo macetas o cubriéndolas).
- No sobrefertilizar.
Cuidar plantas aromáticas en casa es una tarea simple pero poderosa: permite reconectar con los ciclos naturales, producir nuestros propios condimentos y mejorar el entorno. Con algunos principios agroecológicos básicos y atención regular, estas especies se transforman en verdaderas compañeras cotidianas de salud, sabor y bienestar.